Presentación: ¿Qué somos?

lunes, 31 de diciembre de 2012


Afila tus ideas nace desde la afinidad llevada a la práctica por individualidades que  buscan la propagación de gestos, ideas, palabras, y acciones anárquicas que burlen  las lógicas de poder y opresión que nos dominan. Reconocemos la propaganda de las ideas anarquistas como una serie de acciones que sobrepasan las formas establecidas y que queda en las manos, creatividad, e imaginación de cada oprimidx la forma en cómo llevarlas a cabo,  además que la abrazamos como una necesidad intrínseca en un mundo que propaga el discurso de la servidumbre voluntaria en cada momento y espacio.

 Queremos afilar nuestras ideas, en cuanto las consideramos como armas en contra de la dominación y las lógicas e instituciones que la mantienen.  Las ideas son peligrosas en cuanto se cuestionan, se reformulan, nos inquietan y nos  invitan hacia la acción. De lo contrario se transforman en dogmas, en armaduras mentales, en certezas que solo nos apaciguan.

Estamos en contra de la civilización, sus métodos, infraestructura e ideología,  ya que para su mantenimiento necesita expandir sus redes de alineación, vigilancia, consumo, control, y producción. Apuntamos nuestras vidas a hacerlas una aventura, desenmarañando las telarañas que  la restringen.
Nos posicionamos como anti-especistas. No creemos en que hay diferenciarnos con los animales, como también rechazamos considerarlos como mercancía. Deseamos la liberación total, y esta significa el desplome de carnicerías, jaulas, criaderos, granjas, mataderos, laboratorios, etc…

No somos ni esperamos ser expertos de la propaganda, y nos asumimos en un eterno aprendizaje. Apostamos por aprender colectivamente con otros, con quienes sintamos afinidad, y que deseen expandir los focos de insurrección.

Históricamente los anarquistas y anti-autoritarixs han redescubierto una y otra vez el valor de la tinta en el papel, no como un fetiche, y mucho más que literatura política en pos de fortificar los castillos de la intelectualidad burguesa, como una herramienta de ataque al orden establecido. He ahí nuestra intención de que las letras que propagamos sean una enfermedad que se transmita de mente en mente, de labios en labios hasta conseguir el desplome de la civilización.